El creador español Santiago Sierra ha generado una gran controversia al equiparar el Día de la Hispanidad, que se festeja cada 12 de octubre, con un sombrío evento de la historia alemana: la Noche de los cristales rotos. En sus comentarios, Sierra criticó la selección de esta fecha como emblema de celebración, afirmando que celebrar el 12 de octubre significa ensalzar un pasado caracterizado por la violencia, la colonización y el sufrimiento indígena.
El artista español Santiago Sierra ha generado un intenso debate al comparar el Día de la Hispanidad, celebrado cada 12 de octubre, con un episodio oscuro de la historia alemana: la Noche de los cristales rotos. En sus declaraciones, Sierra cuestionó la elección de esta fecha como símbolo de celebración, argumentando que conmemorar el 12 de octubre equivale a glorificar un pasado marcado por la violencia, la colonización y el sufrimiento de los pueblos indígenas.
«El 12 de octubre no debería ser un día festivo, sino una jornada para reflexionar y lamentar», expresó el artista, destacando que esta fecha marca el comienzo de un proceso histórico que llevó a la destrucción de culturas y civilizaciones completas. Para Sierra, esta celebración es obsoleta y carece de una visión crítica del pasado, perpetuando así una narrativa que invisibiliza el sufrimiento de los pueblos indígenas.
El Día de la Hispanidad, establecido como la Fiesta Nacional de España, conmemora la llegada de Cristóbal Colón a América en 1492, un hecho que significó el inicio de la expansión colonial europea en el continente. A lo largo del tiempo, esta fecha ha sido vista de diferentes maneras, desde un emblema de unidad cultural y lingüística entre España y América Latina hasta un recordatorio de la explotación y opresión vivida por los pueblos indígenas. Las afirmaciones de Sierra se alinean claramente con esta última perspectiva, intentando destacar lo que él considera una exaltación de un pasado violento.
El Día de la Hispanidad, instituido como la Fiesta Nacional de España, celebra la llegada de Cristóbal Colón a América en 1492, un evento que marcó el inicio de la expansión colonial europea en el continente. A lo largo de los años, esta fecha ha sido interpretada de diversas maneras, desde un símbolo de unidad cultural y lingüística entre España y América Latina, hasta un recordatorio de la explotación y opresión sufridas por los pueblos indígenas. Las declaraciones de Sierra se posicionan claramente en esta última visión, buscando poner en evidencia lo que considera una glorificación de un pasado violento.
Las declaraciones del creador han provocado respuestas divididas. Por una parte, ciertos grupos han apoyado su postura, indicando que es fundamental reconsiderar el significado del Día de la Hispanidad y cuestionar las narrativas oficiales que ensalzan la colonización. Por otra parte, los críticos opinan que las palabras de Sierra son exageradas y que su comparación con un evento tan trágico como la Noche de los cristales rotos es inapropiada y desmedida.
Las palabras del artista han generado reacciones encontradas. Por un lado, algunos sectores han respaldado su postura, señalando que es necesario replantear el significado del Día de la Hispanidad y cuestionar las narrativas oficiales que glorifican la colonización. Por otro lado, críticos consideran que las declaraciones de Sierra son excesivas y que su comparación con un evento tan trágico como la Noche de los cristales rotos es inapropiada y desproporcionada.
Sierra, reconocido por su arte de denuncia y su crítica hacia las estructuras de poder, ha empleado nuevamente su plataforma para interrogar tradiciones y símbolos que, según él, perpetúan una visión parcial de la historia. Más allá de la controversia, sus palabras instan a un diálogo imprescindible sobre cómo las sociedades deciden recordar su pasado y qué valores se fomentan mediante estas conmemoraciones.
Sierra, conocido por su arte de denuncia y su crítica a las estructuras de poder, ha utilizado una vez más su voz para cuestionar tradiciones y símbolos que, según él, perpetúan una visión sesgada de la historia. Más allá de la controversia, sus palabras invitan a un diálogo necesario sobre cómo las sociedades eligen recordar su pasado y qué valores se promueven a través de estas conmemoraciones.
En última instancia, la polémica en torno al Día de la Hispanidad refleja un conflicto más amplio sobre identidad, memoria y justicia histórica. Mientras unos defienden la celebración como un homenaje a los lazos culturales entre España y América, otros, como Santiago Sierra, ven en ella una oportunidad perdida para reconocer el dolor y las injusticias que marcaron la colonización.